
“En mi país no hay lugar para gente como yo”
Vadym (Ucrania)
Vadym es de Jerson, ciudad cercana a Crimea. Es gay, lo que ha hecho su vida muy difícil.
Según él, mucha población de Ucrania conserva la mentalidad homófoba de la Unión Soviética. Esto hace que siempre tuviera que vivir su sexualidad con mucha discreción y teniendo cuidado.
Vadym y su pareja sufrieron burlas e insultos y vieron cómo crecía la homofobia tras la revolución del llamado “Euro-Maidan” y el estallido del conflicto en el este del país, a comienzos de 2014. El discurso era cada vez más homófobo y la violencia física más común. Según afirma, “si eres gay o se sospecha de tu orientación sexual, es como si no tuvieras ningún derecho”. Y más en tiempos de guerra, y en zonas de conflicto como su ciudad.
Durante este tiempo, sufrieron abusos y extorsión. Incluso de miembros de la policía, que les chantajeaban con la excusa de que si no les pagaban, los podrían meter en la cárcel por su orientación sexual. Hasta que no pudieron más.
En junio de 2014, aprovechando que el gobierno español todavía daba visados de turismo a los ucranianos, él y su pareja viajaron a Barcelona, donde pidieron asilo. Aunque dicen que España puede no ser su lugar ideal para vivir, se muestran contentos, después de haberse podido casar y de encontrar una paz y una protección imposible de conseguir en Ucrania.